martes, 26 de agosto de 2014






ELECCIÓN

Si he elegido callar el amor
es porque la sal de nuestro mar imprevisible
que convulsionado me llevaba y te traía
ha convertido la inmensidad del océano
en un cristal inmóvil, que transformado en espejo, 
solo me refleja.

Si he elegido callar el amor
es porque el grito hecho plegaria
que me liberaba y te conmovía
ha impactado en la roca
y sólo escucho su eco
que descubre la soledad
oculta de este exilio.

Si he elegido callar el amor
es porque hoy no ha asomado la luna
que iluminaba nuestras noches de distancia
y en la oscuridad que lo devora todo
he logrado apenas evocar tu imagen
confiando sólo en el brillo de las estrellas.

Si he elegido callar el amor
es porque lo he hallado
extenuado de redimir el infortunio,
yaciente  de cara al cielo, sobre la hierba
intentando renovarse con el sol de la certeza
después del infructuoso viaje en la palabra.

Cuando lo visité anoche dormía agotado
aún tendido bajo un cielo luminoso
acompañado por dos ángeles
que velaban con ternura.
Me arrodillé y lo despedí,
con un beso en la frente, 
antes de alejarme…

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