martes, 26 de agosto de 2014

LA LUNA

Anoche, mientras te buscaba en la inmensidad oscura del río con vocación de mar, brotó de pronto una luna gigante y muy roja...   tal vez por la vergüenza de encontrarse con un río que la miraba sumido en la ansiedad de quien espera desde hace tiempo. 
Se asomó de a poco como para mostrarle su rostro brillante y resplandeciente de alegría por sobre el horizonte del  Río de la Plata. 
De inmediato como si no lo hubiese pensado demasiado entregó  su cuerpo y pintó de luz y plata la piel de aquel río inquieto y sorprendido.
Los dejé solos antes de la madrugada… bailaban abrazados y se fundían en un solo temblor cuando inicié el camino a casa.
Seguramente la despedida fue muy triste porque todavía a esta hora de la mañana el cielo que fue testigo no ha dejado de llorar.



Mañana de lluvia de Domingo, 5 de Diciembre de 2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario